Una pintoresca amistad gay acaba en sexo. Los dos son muy buenos amigos, y estaban solos en su habitación, hasta que empezaron a tener ganas de enrollarse, y empezaron a besarse. El joven empieza a chuparle la polla a su amigo, poniéndole aún más cachondo. Como el chico travieso tenía ganas de ser follado, se pone a cuatro patas con el culo bien levantado, y acaba recibiendo mucha polla en el culo.