Zorra con gafas mamando como nadie. Una blanquita caliente chupa la polla de un hombre con muchas ganas. El hombre travieso estaba tumbado en la cama con la polla fuera, hasta que la putita traviesa empezó a chupar la cabeza de la polla del tío, para luego meterse toda la polla en la boca. El hombre no podía aguantar, estaba muy cachondo.